CGT, ante la actitud autoritaria e incumplidora de la legalidad vigente por parte de ALSA quiere hacer públicos los riesgos a los que son sometidos los usuarios del transporte de viajeros por carretera ante la insaciable política de abuso patronal que ejercen los gestores de esta empresa en Andalucía cuya sede central se encuentra en Granada.
Con este acto, encuadrado dentro de la campaña “verano caliente en ALSA”, previo a la convocatoria de huelgas en el mes de agosto si la empresa no reconsidera su postura, CGT quiere evitar que vuelvan a repetirse episodios tan lamentables como los sucedidos hace unos días en Tornadizos (Ávila), que ha costado la vida a varios usuarios del transporte en autobús, así como exigir públicamente a la empresa el cumplimiento integro de las normas, tiempos de conducción y descanso, garantizando la seguridad y dejando al margen los movimientos especulativos de ALSA para exprimir literalmente a sus trabajadores/as, abaratar costes y eliminar puestos de trabajo.
El crédito se le acaba a ALSA, los trabajadores/as y usuarios/as no pueden ser tratados como mercancías ni como meras herramientas de usar y tirar sin que les sean respetados sus mínimos derechos básicos.
FATYC de CGT-A