Desde el Sindicato del Metall de la Federació InterComarcal de la CGT Alt Penedès/Garraf, queremos poner en conocimiento de todos los trabajadores i trabajadoras de este territorio, i del conjunto de la opinión pública, los siguientes hechos i el posicionamiento público que sigue:
Que el pasado 21 de mayo del presente la empresa Elèctrica Güell de Vilafranca del Penedès comunicó formalmente al Comité de Empresa el inicio del proceso de despido colectivo (ERE), proponiendo 45 despidos iniciales y bajadas salariales para el conjunto de la plantilla. En la citada empresa CGT cuenta con un delegado, el cual es, a la vez, Presidente del Comité.
Este Sindicato del Metal tuvo que tragarse al inicio del proceso negociador los caprichos de este delegado, de nombre Jordi Hill Montes, que rechazó ser asesorado por dos compañeros del mismo, después de que éstos asistieran en otros conflictos previos a este ERE. Debido a ello, la CGT tuvo el detalle de proporcionarle un asesor “a medida”, en la persona de un compañero del Sindicato de Químicas del Baix Penedès, en el cual este parecía tener más confianza. Justo es decir que este compañero del Baix Penedès ha hecho un trabajo muy loable a lo largo de todo el proceso, y es, de hecho, el único que nos ha mantenido informados, dado que el mencionado delegado no le hemos visto el pelo por ninguna asamblea del sindicato, ni antes, ni durante, ni después de la negociación del ERE. Con todo y esto, desde este Sindicato del Metal nos arrepentimos totalmente de haber cedido ya de buenas a primeras en este punto, dado que los compañeros de los cuales rehusó la solidaridad y el apoyo eran (y son) totalmente válidos como asesores, personas bregadas en muchas luchas, con una gran experiencia en el ámbito de la negociación colectiva. Su único defecto es —y a las pruebas nos remitimos— que quizás son gente excesivamente combativa para alguien que ha demostrado estar más preocupado para salvaguardar sus propios intereses y los de la empresa que no los de sus compañeros y compañeras de trabajo, a los cuales dice representar.
El asesor ha estado apoyando y guiando en durante el proceso negociador al delegado de CGT y al Comité en su conjunto de forma altruista y voluntaria, ya que ni tan siquiera era su ámbito territorial, pero como la solidaridad en nuestra organización no conoce fronteras así lo hizo. Tras las duras negociaciones y decimos duras, porque la empresa entendemos que ha estado coaccionándolas con el impago reiterado de las nóminas, con todo lo que ello supone en el ámbito de la economía familiar de cada una de las trabajadoras y trabajadores. A todo esto se tiene que sumar que la empresa Elèctrica Güell tiene constituida una empresa llamada EGSA, con el mismo Consejo de Administración que Elèctrica Güell y sus mismos porcentajes de accionariado, en la que guarda y salvaguarda todo su patrimonio inmobiliario, locales, naves, pisos, etc… sin que en ningún momento se haya dignado a poner a disposición de los trabajadoras y trabajadores con el fin de ir pagando sus salarios y que muy por el contrario cada vez los impagos han sido más frecuentes, hasta acumular deudas de unos 6000 € de media por trabajador. El Consejo de Administración de EGSA es retribuido en salarios, planes de pensiones, dietas y otros bochornosos conceptos por Eléctrica Güell, con lo que la patrimonial queda exenta de toda carga económica y además le cobra el alquiler de la nave donde está ubicada Elèctrica Güell.
Siendo así las cosas, el “nuestro” delegado, en una asamblea a la cual no pudo asistir el asesor de la CGT por motivos personales, aceptó que la UGT ofreciera sus servicios jurídicos a los trabajadores y trabajadoras de la empresa, con la “oferta” de negociar las indemnizaciones por despido y las otras cantidades pendientes de cobro del resto de la plantilla, a cambio de llevarse una comisión del 7% de su importe. Y lo permitió porque le prometieron que a él no le cobrarían nada. Se trata de una actitud caciquil y reprobable que no compartimos, hecho que le hicimos saber. Nosotros, en cambio, ofrecimos nuestros servicios jurídicos (no para lucrarnos con las indemnizaciones de los despidos, como la UGT, sino para tumbar el ERE por la vía legal) al menor coste posible, viendo el drama que se veía venir. La respuesta por parte de este fue negarse a informar los compañeros de Eléctrica Güell del ofrecimiento que había hecho la CGT. Queremos recordar también que previamente, durante las tres jornadas de huelga a la empresa de los días 7, 8 y 9 de mayo (la cual constituye la única medida de presión impulsada por el Comité para hacer frente a los impagos de las nóminas, dos semanas antes de la presentación del ERE), rehusó también el apoyo que le ofrecimos sus compañeros y compañeras de este Sindicato del Metal de participar de forma solidaria en los piquetes informativos y ayudar los trabajadores y las trabajadoras de Eléctrica Güell a visibilizar el conflicto por las calles de Vilafranca.
Decir que, a día de hoy Eléctrica Güell se encuentra dentro de un proceso concursal con 343 acreedores y que, en cuanto a la deuda con las trabajadoras y trabajadores, se tienen que determinar las cantidades a cobrar y los plazos en los cuales se efectuarán los pagos. Éstos pueden ser, o no, los que figuran en el preacuerdo firmado el día 10 de julio por todo el Comité, incluyendo “nuestro” delegado. En aquella reunión del día 10, se llegó a un preacuerdo que era un auténtico despropósito, ante el cual, el compañero del Baix Penedès que actuaba como asesor de la CGT quiso hacer constar el desacuerdo de nuestra organización realizando unas manifestaciones de parte, a las cuales se opusieron tanto la empresa, como la UGT, como el delegado Jordi Hill Montes, el cual tuvo la cara de decir que la CGT era él, desautorizando ante todos los presentes el asesor del sindicato, el cual es miembro de la Comisión de Garantías de la CGT de Cataluña
En el mencionado preacuerdo constan 26 despidos, una bajada salarial del 7,5% para los conceptos del Convenio de aplicación, concretamente el de las empresas Siderometalúrgicas de Barcelona y otra bajada del 45% para los “Complementos Voluntarios” que en muchos casos obedecen a complementos que se ganaron por negociaciones particulares o renuncias a otras cuestiones, y que de las cuales se podrán recuperar el 21,62% cuando la empresa tenga beneficios y haya hecho frente a los pagos pendientes con los 343 acreedores, cosa que nadie sabe cuándo va a ser posible, ni los firmantes, ni la propia empresa.
Pero eso no es todo, lo más escandaloso es que consta de forma literal “En la definición de los trabajadores afectados por la extinción de contratos en el marco del presente Despido Colectivo, se respetará, en todo caso, los derechos de permanencia regulados en el artículo 51.5 y 68.b) del Estatuto de los trabajadores, así como el 10.3 de la Ley Orgánica 11/1985 de libertad sindical.” Esto contradice los Estatutos de la CGT, en tanto en cuanto ningún miembro de CGT puede hacer un uso privilegiado de su condición de representante de los trabajadores, ya que entendemos que no somos más que ningún otro trabajador o trabajadora.
De la misma manera es cuanto menos inaudito que las adscripciones voluntarias para ser despedido las tenga que gestionar el Comité conjuntamente con la empresa. Es esta última, en todo caso, la única que debería hacerlo, ya que no quiere ni tan solo asumir esa parte de “responsabilidad empresarial”, como ha hecho con los impagos de salarios.
Por si esto no es suficiente para desautorizar la firma del ERE, que creemos que hay que dejar bien claro que el contenido de este Expediente adolece de una serie de irregularidades, tal y como manifiestan nuestros servicios jurídicos, y que se ha ido dejando constancia en las diferentes actas del proceso negociador. Por lo que entendemos que no se puede mirar hacia otro lado con el fin de satisfacer los deseos de la empresa, una vez tiene uno inmoralmente asegurado el puesto de trabajo. Por el contrario, desde la CGT y, más concretamente, desde este Sindicato del Metal del Alt Penedès-Garraf, entendemos que la lucha contra este tipo de decisiones empresariales tiene que ser, y tendría que haber sido también en este caso, la única opción para los delegados que dicen actuar en nombre de la CGT. Queda constatado que “nuestro” delegado ha desistido de esta lucha y ha preferido buscarse una salida personal, incluso a costa de enviar 26 compañeros a la calle.
Ayer, día 14 de julio, se realizó una asamblea de trabajadores y trabajadoras de Eléctrica Güell en el Escorxador de Vilafranca, en la cual los miembros del Comité, encabezados por “nuestro compañero”, defendieron el preacuerdo anteriormente descrito, argumentando su necesidad para garantizar la viabilidad de la empresa, y pidiendo a la plantilla su aprobación. Hay que decir que ni tanto sólo eso es cierto, que la firma del acuerdo no garantiza ninguna viabilidad y que si cualquier trabajador en su legítimo derecho de defensa impugna el ERE, la situación de la empresa continuaría igualmente comprometida. En esta asamblea estaba presente nuestro compañero Josep Maria Pi, Secretario de Organización de la CGT Cataluña, el cual, habiendo realizado el análisis previo de toda la documentación del proceso, desautorizó públicamente la firma del delegado de la CGT y le negó el apoyo de nuestra organización. Contaba, a la hora de hacer esta desautorización, con el visto bueno de este Sindicato del Metal del Alt Penedès-Garraf. También explicó el posicionamiento de la CGT contrario al ERE y animó todas y todos a luchar en su contra, poniendo a disposición de los trabajadores y trabajadoras de Eléctrica Güell nuestros servicios jurídicos, ofrecimiento que reiteramos en este comunicado.
Este Sindicato del Metal quiere hacer saber a todos y todas que convocará en breve asamblea para proponer la expulsión como afiliado de la CGT de Jordi Hill Montes, por haber vulnerado con su nefasta actuación los Estatutos y los Acuerdos de nuestra organización.
Vilanova i la Geltrú, 15 de juliol de 2014
Sindicat del Metall de la CGT de l'Alt Penedès-Garraf