Doce procesos judiciales interpuestos por CGT llevaron a responsables de la administración educativa a enfrentarse a acusaciones de vulneración de los derechos de libertad sindical y de huelga durante los paros convocados contra las mencionadas pruebas de diagnóstico, estando ya la mayoría vistos para sentencia. Los responsables políticos de la Junta de Andalucía, después de insistir en la necesidad de aplicar las pruebas de diagnóstico sí o sí, abandonaron a su suerte a funcionarias y funcionarios que, presumiblemente por temor, incurrieron en una grave ilegalidad al sustituir al profesorado designado para la realización de dichas pruebas y que decidió secundar los paros. Esta conducta, seguida por representantes de la Administración educativa, constituye una vulneración flagrante del Derecho Fundamental de Huelga.
CGT, ante los paros convocados para poder realizar legalmente el boicot a la aplicación de las pruebas Escala, insta a las familias andaluzas que tienen hijas e hijos en segundo curso de Primaria para que manifiesten su objeción y se nieguen a que sus hijos e hijas realicen las pruebas de la AGAEVE. Esta es una medida de protesta ante los recortes en partidas fundamentales para la educación pública, como son la destinada al aumento de las plantillas docentes o al funcionamiento de los centros, en contraste con el estipendio que supone alimentar una Agencia más de las catorce que tiene la Junta de Andalucía y que nada aportan a lo que ya hacen las administraciones públicas con su personal. Basta de tirar dinero público y más atención a las necesidades verdaderas de los centros escolares. CGT estará atenta a cualquier coacción de los derechos y libertades tanto para efectuar la objeción de las familias como la huelga del personal docente encargado de la aplicación de la prueba.
Es indignante que a días vista de la elecciones al Parlamento Europeo, que muchos se ufanan en presentar como la salvaguarda de las libertades democráticas, se dicte una instrucción, de poca monta, que pretende arrebatar a las familias su libertad de decidir si sus hijas e hijos hacen o no la dichosa prueba Escala o que restringe el derecho a la huelga del profesorado. ¿Tanta enjundia tiene la dichosa “escala”? Paradojas de políticos dictadores.
Rafael Fenoy Rico - Comunicación Educación CGT