Esta actuación no es nueva en el sector del telemarketing y, desde CGT, denunciamos que la intención final es despedir barato a toda una plantilla sin ninguna causa real, ya que con los 900€ mensuales que cobra un teleoperad@r a jornada completa es imposible realizar un cambio de residencia de este tipo.
Es evidente que tiene el mismo coste atender a los clientes desde Valladolid que desde Torrelavega, por ello, la CGT exigimos a Vodafone que no permita a su nuevo proveedor que trate así a sus trabajadores, ya que en ese caso será la multinacional Vodafone la máxima responsable de estos despidos encubiertos.
Alejandro Romera